Batman: Arkham Knight es la muestra de que las devoluciones en Steam son necesarias


Desde que Valve anunció las devoluciones en Steam a principios de mes, el tema ha generado un poco de controversia, por ponerlo de alguna forma. Algo de trasfondo: es una situación delicada porque, si bien en papel la idea es fantástica y muchos la celebraron, otros mostraron más bien preocupación por las implicaciones que el programa podría traer para algunos desarrolladores independientes. 

Las críticas surgieron, principalmente, a partir de las condiciones permitidas para realizar una devolución: no más de dos semanas luego de la compra y no más de dos horas de juego acumuladas. Los que rechazaron la propuesta argumentaron -o mejor dicho, argumentan- que la modalidad afectará negativamente a títulos cortos que puedan ser experimentados en su totalidad dentro de esa ventana de tiempo. El popular Gone Home es el ejemplo más obvio y utilizado. El juego puede fácilmente terminar en menos de dos horas, y el "peligro" está en que los usuarios comiencen a explotar el sistema y se aprovechen de un juego corto que al final, gracias a su pequeña trampa, no les costará nada de dinero.

Descartar estos comentarios de antemano es un error, para mí eso está clarísimo. Los opositores del sistema -desde periodistas hasta los mismos desarrolladores de la comunidad- ciertamente tienen un punto muy válido. Y aunque comparto su preocupación, debo colocarme del lado de aquellos que piensan que la propuesta es, sobre todas las cosas, algo bueno. 

Que el sistema de devoluciones de Steam realmente sea explotado de forma significativa por los consumidores es algo que me parece incierto. Creo que solo el tiempo nos dirá realmente cómo saldrán las cosas, pero puedo adelantar -de forma puramente especulativa, claro- que ese no será el caso. El Internet está lleno de malicia, pero no le estaríamos dando suficiente crédito a los consumidores en general si los condenáramos por algo que aún no han hecho. En mi opinión, además, las personas que suelen estar interesadas en juegos como Gone Home son las mismas que darán gustosamente su dinero por un producto desarrollado por un estudio independiente que consideran talentoso, o como mínimo, interesante.

Lo que no me parece incierto, en cambio, es que compañías nefastas como Warner Bros. seguirán intentando vender piezas de software sin terminar a consumidores desprevenidos que gastarán felizmente 60 dólares solo para verlos quemarse frente a sus ojos al tratar de correr un juego que simplemente se negará a funcionar, incluso en una computadora con las especificaciones más altas posibles. Decir que el caso de Batman: Arkham Knight es la primera historia de su tipo es, tristemente, una mentira. El desfile de juegos triple A con ports de PC mediocres se ha vuelto tan convencional que, cuando llegan títulos como Grand Theft Auto V o The Witcher 3 (que sí funcionan correctamente), suspiramos de alivio. 

De cualquier forma, el tema de Arkham Knight y los ports a PC es uno infinitamente más preocupante y complejo que el que quiero resaltar aquí, pero me sirve como ejemplo perfecto del por qué las devoluciones de Steam son completamente necesarias (aunque no olvidemos por supuesto Early Access). Es muy satisfactorio pensar que durante esta semana, las personas que fueron engañadas por la avaricia de una distribuidora demasiado arrogante como para tener algún tipo de respeto hacia sus clientes, tuvieron al menos la posibilidad de responder con el único lenguaje que estoy seguro hará a estas compañías escuchar: el dinero.

Si las devoluciones de Steam no existieran, sospecho que la situación sería muy distina. Estoy seguro que la ola de reseñas negativas en la página oficial hubiese ocurrido de cualquier forma, pero me pregunto si WB se habría disculpado de la forma en la que ya lo hizo (una disculpa que, de cualquier forma, no nos vale de nada). Pero sobre todo me pregunto si habría retirado el juego por completo de Steam como lo hizo este miércoles. Hasta donde sé, nunca antes ha ocurrido algo similar con un título de esta magnitud. Y aunque una vez más de forma puramente especulativa, sospecho que los ejecutivos sintieron el dolor en sus bolsillos al menos hasta cierto punto.

Tal vez si WB se hubiese preocupado menos por organizar la absurda cantidad de DLC que tiene planeado junto con la decena de versiones de reserva que fragmentan el contenido del juego, tal vez hubiese podido enfocarse en sacar a la venta un juego que en al menos funcionara. Por suerte, ahora contamos con la mejor forma para hacerles saber que no, nada de lo que están haciendo está bien. Y nuestro dinero se quedará en nuestros bolsillos como castigo.

El Autor

No hay comentarios :

Publicar un comentario